El Diccionario de la RAE define estereotipo como “ imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable” , es decir, que en este caso, cuando se escuchan expresiones como “ los niños no lloran” o “las mujeres no saben conducir” , son alguna de las etiquetas que se atribuyen a niños y niñas. Estas expresiones se denominan estereotipo de género.
Creencias, roles típicos atribuidos que debemos tener y desarrollar en nuestra sociedad.
Cada sociedad tiene sus propios estereotipos pero todas las sociedades están/son estereotipadas.
Creencias compartidas, como se afirma en el DRAE, por un grupo mayoritario de personas y que atribuyen rasgos y/o comportamientos diferentes a hombres y mujeres.
Los estereotipos son muy resistentes a cambiar, aunque existan evidencias de que no son ciertos.
Del estereotipo al prejuicio hay solo un paso.
El prejuicio podemos definirlo como “ aquel estereotipo por medio del cual juzgamos a las personas”.
El problema radica, claro está, en el hecho de que el estereotipo negativo arroja prejuicio negativo y eso conlleva el riesgo de conducta hostil.
La hostilidad da lugar a la discriminación negativa que, siendo de forma directa, cuando la hostilidad se transforma en agresiones, o indirectas, contempladas en las leyes, tiene sanciones.
Los estereotipos se generan por vivencias o experiencias previas, haciendo que la mente enfoque siertas situaciones similares, como repeticiones que sin acarrean experiencias positivas, generan prejuicios buenos y si acarrean experiencias negativas, generaran prejuicios malos.